viernes, 13 de septiembre de 2019

La actuación vital y desprolija como hecho poético y político.

 Entrar a una ficción es ante todas las cosas establecer un pacto, un arreglo entre ese territorio que está armado con trozos, fragmentos y que constituyen un entramado.

Dentro de ese entramado todo es posible, la única veracidad que la obra se debe es así misma.
El teatro no está ajeno a esto, tampoco es ajeno a una manera de percibir el mundo que se construye de manera diferente. Pensar el teatro, mejor dicho, escribir sobre el teatro que al ver conmueve es el ejercicio que buscan estas palabras.
Hoy nos metemos en el Salón Punzó para asistir a LA PELEA, la obra dirigida por Bernardo Cappa. La anécdota que sostiene la columna vertebral es una pelea de boxeo organizada por una señora de la alta sociedad entre su hijo y Rosita. El niño de la casa que busca a su padre, pero se rehúsa a usar la violencia, esa actividad que hereda de su padre el campeón, el niño de la casa es de la clase afrancesada intelectual y en su gran mayoría estanciera que escribió en contra de Rosas. Es inevitable hacer relación con eso y también con la  sexualidad que atraviesa la historia de la literatura argentina, la carne, la desmesura, el intento por aleccionar les cuerpes y las almas de contener y de hacer permanecer entre las cuerdas.
La obra se construye en quién especta y en este caso es tan real que está complejidad está llevada al extremo, la fragmentación, la frustración, los personajes   ahí al alcance literal de las manos mientras se come y se bebe enhebra la obra, produce el sentido. , no permite asistir a ningún otro entramado que, al desorden, a ninguna solemnidad posible, pensarla es pensar en capas, en sonoridades que se superponen, en acentos, colores en la intimidad avasallada, en lo que no se dice y no sucede.
Foto extraída de LA PELEA

La pelea:
En Mitologías de 1957 Barthes analiza el Catch y dice al respecto: 
"Se trata, pues, de una verdadera Comedia Humana, donde los matices más sociales de la pasión (fatuidad, derecho, crueldad refinada, sentido del desquite) encuentran siempre, felizmente, el signo más claro que pueda encarnarlos, expresarlos y llevarlos triunfalmente hasta los confines de la sala. Se comprende que, a esta altura, no importa que la pasión sea auténtica o no. Lo que el público reclama es la imagen de la pasión, no la pasión misma. Nadie le pide al catch más verdad que al teatro. En uno y en otro lo que se espera es la mos­tración inteligible de situaciones morales que normal­mente se mantienen secretas. Este vaciamiento de la interioridad en provecho de sus signos exteriores, este agotamiento del contenido por la forma es el principio mismo del arte clásico triunfante. El catch es una pan­tomima inmediata, infinitamente más eficaz que la pantomima teatral, pues el gesto del luchador de catch no precisa de ninguna imaginación, de ningún deco­rado, de ninguna transferencia - dicho en una pala­bra - para parecer auténtico."

Extrapolar el catch por el box, el box por el “hacer un país”, el “hacer un país” con” caer a la lona”,” caer a la lona” con morir, hacer un país con no tener dónde caerse muerto, porque en definitiva de ¿Qué territorio se habla cuando se habla de país? ¿De qué acento? ¿De qué tonada? Sino en el desorden. En el desorden de lo bárbaro invadiendo la capital, en el desorden de pelear para terminar sin territorio.
 
Foto extraída de LA PELEA PH Matías Pagano
Se puede ir a ser espectadores sin saber nada de la Historia Argentina y la obra funciona igual, ahí está la angustia universal de la muerte, del reconocimiento de la posterioridad.
La obra son las voces  que se multiplican. Frases como : “ sino hay pelea hay matanza”, “Creo que en la pelea se encuentra el amor y el deseo”, “ Me robaron la pelea”, “Yo tengo dónde caerme muerto”, “¿Alguien vio a mi padre”, “Pueden tapar al muerto”, “llegaron los indios”, “Andá a comer gente”, “No comemos gente”, “Ya estaba muerto”, “No mires a la niña que tiene 16 años”, “Quiero casarme por amor”, “La niña está virgen”, “Yo soy Alemán”... Voces que golpean como cros a la mandíbula, como una derecha detrás de la oreja, que marean y aturden pero sin embargo se pide más, otra toma de Catch, otra excusa para celebrar. 
“Ala , alegría”, “Qué la tristeza no lo empañe todo”. 

Imponen una forma que no es clásica, pero le es propia y de manera brillante en esa forma traduce el contenido. Algo de ese parecer autentico que Barthes les atribuye a los luchadores de Catch sucede en esta obra que es una celebración de la actuación que nos recuerda que el encuentro es con el artificio, el sistema al que serle fiel, el lenguaje que provoca es político no sólo porque la obra esté atravesada por el imaginario de Civilización Barbarie de cabo a rabo. 
Sino porque nos recuerdan la desmesura de andar vives, de estar presente, inmersos en este país dónde la teatralidad abarca todas las experiencias desde El matadero de Echeverría, al Facundo de Sarmiento Hasta Tablas de Sangre, pura desmesura, puro regocijo por la pelea, pura aparecer de la carne.
La propuesta nos hace salir de la experiencia con la certeza de un pacto que nos empuja a la resistencia intima y colectiva eso en este ahora es uno de los grandes gestos políticos del teatro que ante todo celebra el encuentro con les humanes, el encuentro con su quehacer artístico.
La actuación es siempre profundamente política eso nos recuerda LA PELEA.



Foto extraída de La pelea. Alternativa teatral





Falta poco para La pelea. Es fantasmal. Seres que actúan para no morir porque no tienen dónde caerse muertos. Y todos sabemos, aunque pocos lo dicen, que lo jodido se viene cuando los muertos no están bien enterrados. Peleamos contra el tiempo porque es el sufrimiento que equilibra lo efímero del narcótico sentimiento de la felicidad. Somos adictos, claro. Somos aquellos que no somos. Pero actuamos lo mismo. Falta poco para La pelea y es directa contra la muerte.

Ficha técnico artística




Dramaturgia:

Bernardo Cappa
Actúan:
Ignacio BlancoAgustina Buzzofranco CardinaliAlejandro Castro SánchezNicolás EspinosaMargott FrancineSofía Iglesias Diasmalena laurentCamilo Leonel LozanoMagui MaldonadoMelisa OmillMaria PresasHoracio PuchetaBernabela RicciardelliMaximiliano Damián RodriguezCamila Roman AkmanCintia SchmuklerJulia Vilanova
Vestuario:
Maricel Aguirre
Escenografía:
Maricel Aguirre
Asistencia de dirección:
Agustina Dalmasso
Colaboración en dramaturgia:
Pedro Sedlinsky
Dirección:
Bernardo Cappa


Clasificaciones: Teatro, Adultos

TEATRO HASTA TRILCE
Maza 177 (mapa)
Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4862-1758
Web: http://www.hastatrilce.com.ar
Entrada: $ 250,00 - Miércoles - 19:30 hs - Hasta el 25/09/2019


Las imágenes fueron extraídas de la página de la obra LA PELEA



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