domingo, 30 de junio de 2019

Esa confianza en la palabra. Ser sin orillas, ensayo sobre Ofelia.


 “Hay personajes tan fuertes que pueden alejarse del propio contexto y continuar viviendo con toda su fuerza” Barba, Eugenio, Quemar la casa, orígenes de un director. Catálogos, 2010.


   La intertextualidad con Shakespeare es una de la más fructíferas, desde las reconocidas hasta las que se camuflan de originalidad. El dramaturgo inglés es el autor de los textos, que son la “masa madre” para desarmar el imaginario poético desde él hasta estos días.De todos los personajes Uno, es el que Macarena Trigo e Inda Lavalle, deciden llevar a cabo, poner a prueba en su existencia, demostrarlo y hacerlo brillar.
“Si tuviera que empezar empezaría por el cuadro”. Así abre el ensayo sobre Ofelia, una actriz, a la que no conocemos, cuyo vestuario nos empuja hacia el imaginario, de docente, de guías de museo, de última materia. Este detalle es una llave, ese cuerpo va a enunciar, “No voy a empezar por la ropa, algunas necesitan los trapos para poder respirar”,  varios detalles nos instalan en ese universo meta teatral, que Trigo sabe construir muy bien, en ese aviso que esto es un viaje y en este viaje les espectadores y quiénes actúan van juntes, Trigo guía, pero sabe borrar lo suficiente su mano para adivinarla detrás pero dejando que les actores se adueñen de la escena.  Y entonces se la dice, se la analiza casi con precisión, Ofelia, la niña criada en una jaula, la que no recibió amor.
¿Existe un personaje tan cruelmente tratado como Ofelia?
Los avatares de amor del príncipe, sumado a los mandatos de su padre como interesado de la corte al que no le interesa su propia hija la exponen a esta fragilidad.
¿Existe personaje más contradictorio y codiciado por las actrices que Ofelia y su locura>? Su necesidad de un hombre, de ese su hombre, su desvarío en una soledad en medio de las intrigas palaciegas.
¿Alguna vez se volverá a escribir un texto que puede ser tan filoso como este?
"Gertrudis
Voy a obedeceros, y por mi parte, Ofelia, ¡oh, ¡cuánto desearía que tu rara hermosura fuese el dichoso origen de la demencia de Hamlet! Entonces yo debería esperar que tus prendas amables pudieran para vuestra mutua felicidad restituirle su salud perdida.
Ofelia
Yo, señora, también quisiera que fuese así." Hamlet tercer acto, escena I


“vete a un convento”.  Es la llave que deciden, desde la dramaturgia para abrir el abismo, la frase en la voz de la actriz se funde y se desarma hasta los límites, a la medida que el cuerpo deja paso a este personaje, a esta versión de Ofelia, a este dolor de Ofelia.  
La actriz despliega su registro vocal, impresionante, una masculinidad en los graves que se aprovechan de su cuerpo, una actriz en un escenario desnudo, que se deja entrever en la transformación apenas iluminada por la luz de la ventana. Trigo exprime sus posibilidades y la del espacio, lo conventual ahí en esos claroscuros con que recorta el cuerpo y el despliegue actoral de Inda Lavalle que en ese tiempo intenso e irreal que dura la obra, atraviesa, pelea, flota y sostiene una Ofelia que dice, ama, declara, tiene fe en la palabra que no es otra cosa más que el teatro, la pura maravilla de no usar más que une actor, un espacio vacío y un gran texto para que suceda en una sala, el cruce con ellas de Caronte a un espacio tiempo suspendido pura literatura, puro conflicto interno, puro claroscuro, pura intertextualidad, teatro juego preciso.
Barba sostiene que un espectáculo tiene al menos tres lógicas:
“-La lógica de la energía (Flujo orgánico);
-La lógica del actor (Los propios fantasmas);
-La lógica teatral (Los espectadores).” Ibidem, pág. 105
A estas reglas Macarena Trigo le agrega algo que cada espectáculo pone a funcionar, un conocimiento del arte en general, ritmo, luz, que provienen de la plástica, de la música, confluyen en su dirección sólo para lograr que sus actores y actrices, se adueñen de la escena, se enfrenten a todo y salgan ileses. La sonoridad de esta Ofelia, es impecable, de la mano de Leandro Kalén. 
En las obras de teatro, queda claro, que yo es otre, las mujeres se definen en espejo y contradicción. Tanto como los hombres. Ofelia define salva o condena a Gertrude.  La Ofelia de ser sin Orillas, se define en la soledad conventual, en las presencias ausentes de las mujeres y en el uso continúo de los hombres de su ser.
 Ofelia, se despliega como en el cuadro, con los ojos abiertos, la que todo vio y empuja hacia ese abismo a les espectadores, ver entre las sombras, ver con los entrecerrados.


Ficha técnica de la obra
Unipersonal sobre el universo de Ofelia.
Uno de los personajes que toda actriz contiene. Cómo habitar sus palabras, qué decisiones tomar para ser ella. Una vez. Otra. Ahora.Ofelia como personaje literario, teatral, pictórico. Como tradición. Como mujer. Qué hace una actriz con todo eso.


Ficha técnico artística
Actriz: Inda Lavalle
Producción: Espacio 33
Música: Leandro Kalén
Fotografía: María Kusmuk
Gráfica: Dalmiro Zantleifer Ojeda
Texto y dirección: Macarena Trigo

ATENCIÓN: A LA GORRA pero con reserva por Alternativa Teatral
Espacio 33, decide en estos tiempos que su programación sea a la gorra, una forma de hacer y de mantener los espectáculos con público pero también una apuesta política a la red, al encuentro con la belleza y al permiso de asistir a un rato fuera del tiempo.
Para consumir estos espectáculos es muy importante nuestre compromiso como espectadores y ser conscientes de la gorra, también de pasar la voz.

La obra tiene funciones los sábados a las 20 hs, en Espacio 33


















Las imágenes han sido tomadas de Ser sin orillas, ensayo sobre Ofelia

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